El colágeno representa cerca del 70% del peso seco de la piel, y una parte fundamental de la estructura del cabello y las uñas. Pero no actúa solo. Para que el cuerpo lo utilice de manera eficiente, necesita de otros nutrientes que cumplan roles clave como cofactores enzimáticos, antioxidantes o activadores de la síntesis de colágeno.

Este ensayo clínico aleatorio, doble ciego y controlado con placebo, evaluó el impacto de la suplementación con péptidos de colágeno en mujeres de edad avanzada con osteoartritis leve a moderada de rodilla.

La vitamina C es clave, pero no basta por sí sola para producir colágeno en cantidades suficientes a medida que envejecemos o cuando el cuerpo está bajo demanda (como en deportistas o personas con desgaste articular)

Cuando el colágeno se somete a un proceso llamado hidrólisis se corta cuidadosamente en fragmentos mucho más pequeños llamados péptidos. Estos péptidos tienen un tamaño y una forma que sí puede ser absorbido por el intestino delgado, permitiendo que lleguen a la sangre y, desde allí, activen procesos como beneficiosos para el cartílago, la hidratación de la piel, el fortalecimiento del cabello y las uñas, entre otros.

A medida que envejecemos, la producción natural de colágeno disminuye, comenzando desde los 25 años y acelerándose con el paso del tiempo. Esto se traduce en articulaciones más rígidas, piel más flácida, arrugas, menor masa muscular, y debilitamiento del cabello y las uñas.